Mª del Carmen Labrado
Soy Mª del Carmen Labrado López. Nací en San Juan de Aznalfarache en las Callejas el Barrio de Cemento, el barrio que hicieron para los trabajadores de las Minas de Cala. Fue el primer barrio asfaltado de todo el municipio, de ahí su nombre popular del barrio del cemento, cuando por aquel entonces todo era de tierra. Me dio a luz mi madre allí en mi casa el 13 de abril de 1948.
Me siento más joven que hace años… porque la vida y mis ganas me han dado una nueva oportunidad para ser feliz por el hecho de ser yo misma y eso te rejuvenece sí o sí.
De las cosas que recuerdo con más cariño de este pueblo es la suerte de haber sido alumna de Esperanza Aponte. Recuerdo que aprendí el catecismo “de pe a pa” y era tan pequeña que aun así le dijo doña Esperanza a mi madre que tenía que hacer la comunión ya. No teníamos dinero para traje y celebración, pero gracias a mi madrina que nos dio 500 pesetas de aquel entonces, mi madre alquiló el traje y yo era tan pequeña que me lo hicieron a medida, así que fue alquilado pero estrenado. Sin duda me sentí una niña con suerte.
Luego, más adelante, recuerdo con nostalgia los guateques donde nos divertíamos la juventud bailando pero, eso sí, siempre con vigilancia de un padre o una madre dependiendo del lugar donde se hiciera.
Me gustan más estos tiempos donde las niñas y mujeres tienen más oportunidades, y lo digo porque a mí me quitaron del colegio con diez años y mis hermanos varones siguieron estudiando. Era algo muy habitual y sin duda un alimentar la desigualdad. Trabajé en un taller de costura para que ellos siguieran estudiando.
Mi gran ilusión ere ser peluquera y tener mi propia peluquería. Me compré mis avíos, como tijeras y demás para peinar por las casas, quince pesetas cobraba por peinar incluidos sábados y domingos.
He borrado treinta y dos años de mi vida de los cuales lo mejor son mis cuatro hijos, y de ellos me siento muy orgullosa como madre.
Defiendo a capa y espada la juventud actual pero el consejo que les doy es que valoren lo que tienen y no se acomoden, que la vida es bonita pero a veces nada fácil.
Mi padre fundó la asociación de pensionistas y jubilados, fue la primera asociación de San Juan de Aznalfarache. Yo sigo trabajando por los mayores hoy en día en la asociación.